Marga de la Cruz, es una pintora madrileña y totalmente autodidacta, que comenzó a pintar, como una forma de autorrealización y de expresión de sus sentimientos y sensaciones, convirtiéndose en su “personal adicción”, como ella misma define: “pinto, pinto,.. y siempre quiero más”.

Su carácter inquieto y curioso, hizo que comenzara a experimentar con distintas técnicas, sobre acrílico en madera y papel.

Gran admiradora de la pintura en todos sus estilos y de pintores tan variados como Velázquez, Goya, Pablo Picasso, Jackson Pollock, Antonio Lopez, Gino Hollander o Jean Michel Basquiat; Marga de la Cruz juega con los colores transmitiendo a través de su obra positividad, optimismo y amor en estado puro.